Para los más jóvenes (bueno, ya no tanto) la expresión «tienes más cuento que Calleja» carece de sentido. Pocos conocen que el origen de este dicho popular tiene su origen en Saturnino Calleja, uno de los editores más importantes que ha conocido el mercado hispanoamericano y que revolucionó el oficio de editar en el siglo XIX.
Calleja es conocido principalmente por la edición de cuentos en pequeño formato -aunque realizó muchos más trabajos-, una labor que inició primero desde su librería y luego desde la Editorial Calleja; la publicación de libros de pedagogía y de cuentos ilustrados ya fue de por sí un movimiento arriesgado, pero lo que hizo realmente grande a Calleja fue el incremento de las tiradas habituales para la época, con lo que, además, consiguió abaratar el precio del libro. Ni que decir tiene que se hizo con el mercado, convirtiéndose igual de popular en España como en América Latina.
Gracias a Calleja se popularizaron los cuentos de Andersen o de los Hermanos Grimm, eso sí, con versiones abreviadas de clásicos como Los viajes de Gulliver o Las mil y una noches, que acompañaban a textos españoles, reducidos todos a un tamaño mínimo, que es el que quizás ha quedado más en el recuerdo, pero que no era el único.
Pues bien, Enrique Fernández de Córdoba, nieto Saturnino Calleja, ha recopilado una serie de láminas firmadas de 140 dibujantes, además de otras sin autor reconocido, en las que se presta la debida atención al enorme esfuerzo que Calleja dedicó a la ilustración de sus libros, cuya riqueza gráfica también fue otro de los motivos de su éxito.
A la espera de que alguna editorial se preste a publicar este legado, animamos a Fernández de Córdoba a que siga investigando sobre la obra de su abuelo y que si, finalmente, no logra un acuerdo editorial, acuda a alguna institución para la digitalización de las obras y que estás puedan ser disfrutadas de manera universal, algo que seguro a Saturnino Calleja le habría encantado.
Vía: ABC
Hans Christian Andersen