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El diario de Akira Otsuka

AutorVíctor Miguel Gallardo el 6 de septiembre de 2011 en Divulgación

La guerra del pacífico de los estudiantes

Acaba de ver la luz el libro La guerra del Pacífico de los estudiantes, todavía no traducido al español, escrito por Makoto Kumagai. Kumagai, que hoy cuenta con ochenta y ocho años, se ha basado fundamentalmente en un documento de gran importancia para entender la Segunda Guerra Mundial desde el punto de vista japonés, el diario de su antiguo compañero de secundaria Akira Otsuka, muerto el 29 de abril de 1945 en Okinawa en una acción suicida. Porque Otsuka, que antes de que Japón declarara unilateralmente la guerra a EEUU estaba preparándose para ingresar en la Universidad, había sido designado por sus mandos para efectuar un ataque kamikaze contra la Armada estadounidense. Hay que hacer notar que el vocablo kamikaze (de kami, dios, y kaze, viento), que se ha popularizado en todo el mundo, no es el utilizado por los propios japoneses, que prefieren llamar a estas unidades suicidas tokktai, abreviatura de Unidad Especial de Ataque Shinpu.

Otsuka, que era poco más que un adolescente en 1945, escribió un diario los meses anteriores a su muerte, siendo la última entrada del diario la del 19 de abril, diez días antes de su ataque. No existe en Occidente mucha bibliografía sobre el punto de vista japonés de la II Guerra Mundial, habiendo preponderado en este caso la opinión estadounidense acerca del frente del Pacífico y sus enemigos asiáticos, pero el nipón suele ser mostrado como un pueblo fanático que sigue ciegamente todas las órdenes de los altos cargos del ejército y que considera al emperador poco menos que un dios. En el diario de Akira Otsuka esto último parece confirmarse: no existe ninguna duda de la naturaleza divina de Hirohito y del propio Japón, patria bendecida por los dioses, pero el fanatismo, el cumplimiento a toda costa de las órdenes, no queda exento de dudas. Otsuka no quería morir, y se sentía mal por ello. Sus remordimientos le llevaron a escribir, el 1 de abril de 1945, menos de un mes antes de su muerte:

Japón, una nación divina, definitivamente tiene que ganar. Creo que debería ser un buen hijo de la patria y morir por la causa imperial. Pero, ¿es egoísta querer seguir viviendo y cumplir con mis deberes hacia mis padres?

Una entrada fechada el 4 de abril rezuma patetismo: Otsuka viajó durante un permiso a casa de sus padres, en donde les da la noticia de que ha sido designado para un ataque suicida. “Su rostro se ensombreció por un momento, pero me animó a llevar a cabo mi misión, pensando en la situación del país y mi responsabilidad“, escribió sobre su padre. Tras el permiso el joven soldado se reincorporó a su destacamento. Nunca volverían a verlo. Ni siquiera se sabe a ciencia cierta si su ataque tuvo éxito o si fue derribado antes de que el cuarto de tonelada de explosivos que transportaba en su avión monoplaza hiciera el efecto devastador deseado.

El diario de Otsuka, que estuvo en manos del ahora octogenario escritor Makoto Kumagai, ha sido donado a un museo de Tokyo, el de “Voces desde el océano”, que tiene gran cantidad de material de estudiantes japoneses que vieron truncada su vida durante un período que literalmente despobló Japón de varones jóvenes.

“En aquellos días, no podíamos decir que queríamos vivir“, dijo Kumagai. “Otsuka probablemente escribió en el diario lo que había en su corazón, exponiendo sus sentimientos reprimidos”.

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