Uno de los libros más esperados de 2011, El temor de un hombre sabio, segunda parte del bestseller El nombre del viento, todavía está pendiente de su traducción al castellano. ¿Son los fans cada vez más exigentes con los plazos a la hora de traducir nuevas obras?
Está claro que vivimos en la época de la inmediatez, de la alta tecnología y de la información a dos clicks de distancia. Si se estrena una película la queremos disponible en nuestra casa al día siguiente, si es una serie de televisión americana, a las dos horas de su emisión ya podríamos tener acceso a ella. Todo llega deprisa, rápido, y lo queremos ya.
La literatura no es algo que haya quedado fuera de este fenómeno, llegando incluso a extremos de exigir a los autores mayor velocidad a la hora de escribir sus libros por parte de sus ansiosos lectores, como ya le pasó a George R.R. Martin mientras escribía A dance with dragons. Los lectores de grandes sagas necesitan un ritmo constante, algo que sólo ha podido darles J. K. Rowling con su matemática precisión de un libro por año de Harry Potter, o el prolífico Stephen King, cuya producción desbordaba hasta a su propia editorial.
Hoy en día, las grandes sagas van un poco de capa caída, siendo precisamente Canción de hielo y fuego y la Crónica del asesino de reyes las series más esperadas. Sin embargo, tras la espera para su publicación al lector en castellano le queda además un nuevo obstáculo, la traducción… algo que, tras poder hasta tener en sus manos el libro original, se hace muy cuesta arriba para muchos.
Tal es el ansia por leer su libro favorito que incluso hay sitios web donde se agrupan para realizar wikitraducciones, traduciendo entre muchos cada capítulo -casi como se traducen los fansubs de las series- para completar un volumen. Dejando a un lado las implicaciones legales, el resultado final dista mucho de un trabajo profesional y yo no recomiendo demasiado su lectura, a menos que uno sea un verdadero adicto y le importe más el spoiler que la narración.
La pregunta que se hacen muchos lectores es clara, ¿Por qué tarda tanto la traducción de El temor de un hombre sabio al español? Bien, tanta es la insistencia que Patrick Rothfuss ha dado una explicación en su blog en la que marca una serie de puntos muy sencillos para explicar estos meses de dilación (que yo considero escasos, teniendo en cuenta que el libro salió publicado en Estados Unidos en marzo y su publicación está fijada en España para noviembre).
Rothfuss nos comenta que:
Traducir es muy difícil. Parece algo de perogrullo, pero la verdad es que una buena traducción es algo muy complicado.
El temor de un hombre sabio es muy largo. Rothfuss se ha marcado una novela de 400.000 palabras, una auténtica barbaridad. Como referencia dice que ocupa más que si sumáramos las tres primeras novelas de Harry Potter y la trilogía completa de los Juegos del Hambre.
Sus libros son complicados de traducir. Rothfuss entona un mea culpa y comenta que usa nombres difíciles de interpretar en otros idiomas y escribe metáforas bastante peculiares y muy personales. Por si lo de las 400.000 palabras no fuera suficiente.
Está claro que la obra de Rothfuss no puede, ni se debe, traducir a toda prisa. Es más, creo que el trabajo de Gemma Rovira, de gran calidad, como ya vimos en El nombre del viento, es casi un encargo express teniendo en cuenta la cantidad de material con la que tiene que trabajar y con la exigencia que luego se va a tener con el resultado. De A dance with Dragons, por poner el ejemplo de otro de los libros más esperados, todavía no se conoce la fecha de publicación, pero suele estar en algo menos de un año desde su publicación. Yo apuesto que estará para antes de la Semana Negra de 2012. Llamadlo una corazonada.