No hay que hacer un esfuerzo para saber que en el actual régimen de gobierno iraní la censura forma parte de su habitual manera de control social. La presión religiosa y política es muy intensa sobre el total de la población, llegando a prohibir, por ejemplo, películas occidentales o incluso la música rock (indispensable el visionado del documental Nadie sabe nada de gatos persas).
Pues bien, el celo de las autoridades iraníes para proteger a sus conciudadanos de las malas costumbres ha dado un paso más comenzando a trocear clásicos de su propio pasado, encontrando en el poema Khosrow y Shirin varios pasajes que podrían ser peligrosos de acuerdo a las leyes de moralidad impuestas tras la revolución en 1979.
Khosrow y Shirin (también traducida como Kosroes y Chîrîn) forma parte de los poemas épicos de Shahanameh, con numerosos referentes y variaciones a lo largo de los siglos. La versión en concreto que no ha gustado nada a los censores es la de Nezami Ganjavi, escrita en 1177 y que se venía publicando sin problemas en los últimos años.
Pues bien, el hecho de que se haga referencia al amor -amor físico, como se puede entender de frases como «ir de la mano“- ha sido suficiente junto con que algunos personajes consumen bebidas con alcohol, para sacar la tijera y decirle a la editorial Peydayesh que ya podían ir pensando en cambiar el texto para la octava edición o nada de nada.
El hecho que la censura llegue a textos clásicos escritos en el siglo XII y que pertenecen a la tradición cultural persa quiere decir que la presión sobre el mundo de la cultura en Irán se va a recrudecer y van a recortar otras expresiones artísticas como la danza. Por lo visto han decidido guiarse por la interpretación más estricta del Corán, esquilmando libertades tanto de acción como de pensamiento. Una verdadera lástima.
Nezami Ganjavi
Los cinco tesoros: la leyenda de Kosroes y Chîrîn