Nueva entrega del detective Charlie Parker, en la que John Connolly da un paso más en su particular trama, aunque sin adentrarse demasiado en el gran arco argumental que continúa insinuando con trazos irregulares.
Después de Los amantes, donde Parker averiguaba parte de la verdadera historia de su padre y se explicaba algo, aunque no mucho, de esos seres que pululan a su alrededor, Voces que susurran trae de nuevo a primera línea a uno de esos personajes secundarios que hacen que valga la pena leer a Connolly: El coleccionista.
Este ser, a medio camino entre cielo e infierno, emprende una búsqueda que le llevará a encontrarse con Parker, metido de pleno en un asunto que empieza con una simple investigación por contrabando y acabará en un asunto de raíces bíblicas.
Un tesoro robado en la guerra de Irak y una trampa dejada para los codiciosos en forma de caja. Connolly aprovecha las páginas para dejar clara su opinión sobre cómo se ha manejado la guerra en Irak, la intervención de fuerzas de seguridad privadas y el constante saqueo al que se ha sometido el patrimonio de numerosos museos y bibliotecas. Unimos a esto el decadente mundo del contrabando y los muelles abandonados de Nueva Inglaterra, con nuevos personajes que Connolly sabe hacer brillar pese a lo fugaz de sus apariciones. Con estos mimbres construye una trama sólida en la que la acción se va arrastrando lentamente hasta lograr un final lleno de tensión.
Voces que susurran ofrece una grata experiencia de lectura, pero parece que Connolly se limita a insinuar los ases que tiene en la manga y que había anticipado con fuerza en, por ejemplo, El ángel negro. Parece que quiere sentar unas bases amplias antes de entrar en caminos más directos, pero la repetición de esquemas puede perjudicar parte de la narración, como por ejemplo la típica llamada a Louis y Ángel para que acudan en su ayuda, que se vuelve a repetir una vez más y acaba siendo un lugar manido y común, pese a lo interesante de los personajes.
A pesar de todo, el libro es mejor, en mi opinión, que los dos anteriores y es imprescindible para los seguidores de la serie de Parker. Quizá sea uno de los que más sufra en su lectura individual, así que no es recomendable para un primer acercamiento al personaje.
John Connolly
Voces que susurran