La segunda aventura de Bernie Gunther tras Unos por otros, Una llama misteriosa, sigue manteniendo un alto nivel en el que Philip Kerr demuestra su experiencia en el género policial.
La verdad es que cada vez que me lanzo a leer un libro protagonizado por el detective alemán Bernie Gunther es como si volviera a encontrarme con un viejo amigo, después de cinco libros en los que he acompañado sus peripecias por el Berlín nazi, la II Guerra Mundial o sus días en La Habana ya es como si fuera de la familia. Poco hay que contar de este personaje cuando te asomas a sus páginas, sabes qué tipo de mujer le atrae, cuándo le gusta beber una copa o la facilidad que tiene para recibir una buena paliza de vez en cuando.
De hecho, las mujeres, la bebida y las palizas son una constante en las novelas de Kerr, que logra, pese a todo, ofrecernos un libro muy atractivo gracias al radical cambio de escenario que nos propone: la Argentina de los años 50.
Gunther escapa de la persecución que le han organizado en Alemania y llega a Argentina como otros muchos criminales de guerra nazi a los que el gobierno de Perón daba asilo sin hacer demasiadas preguntas por su pasado. Una vez en Buenos Aires, Gunther será utilizado por la maquinaria peronista para sus propios propósitos mientras él, como siempre, tratará de protegerse con una gruesa capa de cinismo que una hermosa joven -cómo no- tratará de derretir.
La investigación de una serie de asesinatos muy característicos -adolescentes que han sido horriblemente mutiladas- nos llevará de la Argentina peronista al Berlín de la República de Weimar, poco antes de los hechos del primer libro de la Trilogía de Berlín Noir. Kerr maneja con maestría la combinación de ambos tiempos, algo que hará también en el siguiente libro Si los muertos no resucitan, consiguiendo un libro muy adictivo con una historia que se lee con ansiedad.
Kerr logra remontar con Una llama misteriosa el resultado obtenido con Unos por otros y da con la clave para que el personaje de Bernie Gunther resulte interesante al enfrentarse, una vez más, a un fascismo frente al que poco o nada puede hacer. Me pregunto si en los planes del escritor escocés se encuentra contar alguna vez en detalle los momentos de Gunther en las SS durante la II Guerra Mundial. ¿Soy el único que tiene ganas de que le cuenten esa historia? Espero que no.
Philip Kerr
Una llama misteriosa
Bernie Gunther