La novela romántica o rosa es uno de esos géneros que “manchan”, de esos que mueven millones en ventas pero que después nadie admite leer, cuyos clichés son fácilmente llevados al terreno de la parodia, mientras miradas más o menos discretas miran divertidas la portada del correspondiente macizo sin camiseta del libro que lees en el metro. Perdón, que no lees, que novela romántica no lee nadie, a no ser que te la haya dejado una conocida o alguna excusa similar. Un género que mueve treinta millones de euros al año, que puede llegar a las sesenta novedades al mes en España y cuyos lectores consumen hasta cinco ejemplares al mes, muy por encima de la media del resto de lectores, lo que supone también un gasto importante.
De todo esto podemos sacar dos conclusiones: las lectoras de novela romántica necesitan discreción, más allá del típico forro de periódico, y una bajada de precios, y parece que han encontrado las dos en el lector electrónico. Es obvio que en tu e-reader nadie sabe que estás leyendo y los precios de los libros electrónicos pueden ser un treinta por cien inferiores al papel, aunque estemos lejos de las rebajas de precios de los Estados Unidos. Es justamente en los Estados Unidos donde la migración al mundo digital de este género está superando al resto, con previsiones por parte de Barnes & Noble para el dos mil once de que las ventas electrónicas superen al papel.
Y, tal y como leemos en el periódico El País, las editoriales españolas también están siguiendo este fenómeno donde observan como se mantienen las ventas en papel pero se disparan las digitales, esperando que en pocos años sea este el formato principal aunque se piden también ediciones enriquecidas que aprovechen el aspecto digital, aunque mucho nos tememos que la mayoría de e-readers permiten poco más que la lectura, sin posibilidad de enlaces externos o imágenes de calidad. De todas formas, me puedo imaginar una aplicación para el iPad con posibilidad de interacción. Aunque entonces se perderían la discreción y las buenas maneras.
Sin duda, hay que hablar de la editorial Harlequín cuya colección en ebook está disponible online desde hace tiempo, siendo pionera en la apuesta por la lectura electrónica y que dispone un sistema de recomendación y cuya política de precios es toda una declaración de intenciones y de sensatez:
Precio de venta más bajo: No hay papel, no hay tinta, no hay distribuidores intermediarios. El precio es más bajo.
Vía: El País