La vigésimo novena entrega del Mundodisco, Ronda de noche, supone una nueva entrega de las aventuras de la guardia de Ankh-Morpork en la que todos los seguidores de Pratchett disfrutarán de lo lindo.
Ante todo hay que decir que Ronda de noche pertenece a un ciclo de fantasía humorística, lo que no quiere decir que en ocasiones sea muy, pero que muy seria, escrita por Sir Terry Pratchett, amo y señor del sombrero negro, autor consagrado y uno de los escritores más vendidos del mundo entero.
En esta ocasión, la número 29, nos encontramos a Sam Vimes, el comandante de la guardia de la ciudad, volviendo a patear las calles para atrapar a un villano de libro, uno que no atiende a las reglas, un verdadero psicópata mentiroso para el que ninguno de los hombres de Vimes está preparado para enfrentarse. Por un accidente en la Universidad Invisible, en el que unos misteriosos monjes se verán implicados, Vimes y su enemigo viajan a un pasado no demasiado lejano en el que la guardia de la ciudad estaba compuesta por un montón de tipos que bastante tenían con no meterse en demasiados problemas, cumplir con las órdenes del patricio y rebañar unas cuantas monedas a base de corruptelas y sobornos.
Sin embargo, la presencia de los dos visitantes del futuro altera el pasado de tal forma que quizá tengan que forzar un poco las cosas para que el futuro siga existiendo y no haya que recomponer la historia-que-vendrá a base de retales incompletos.
Ronda de noche es una inteligente y divertida reflexión sobre la autoridad, la soberanía popular y las revoluciones ciudadanas. Algo que se ve reflejado en el popular lema de la calle de la melaza, «¡Verdad, justicia, libertad, amor a precios razonables… y un huevo duro!». Pratchett nos transporta al pasado cercano de Ankh-Morpork, antes del «orden» establecido por Vetinari y la «tranquilidad» de Vimes, en una divertida visión todavía más caótica de la ciudad más famosa del Mundodisco.
Creo que es una de las obras más personales de Pratchett y en la que vuelca gran parte de su escepticismo, cinismo y franqueza a través de los ojos de un más veterano que nunca Sam Vimes. Una gozada de lectura con la que alejarse de problemas, voces estridentes y políticos durante un buen rato.
Terry Pratchett
Ronda de noche
Sam Vimes