Sin alma, de Gail Carriger, es una entretenida novela de aventuras con ambientación en una Inglaterra alternativa donde los seres sobrenaturales están integrados en la sociedad, asfixiante y teatral, del Londres victoriano. Según reza la portada se trata de una novela de vampiros, licántropos y sombrillas, y el apartado de la sombrilla lo pone Alexia Tarabotti, hija de un italiano y de una dama de la sociedad, bien casada en segundas nupcias y que centra su vida en conseguir casar a sus dos hijas menores, dando por imposible a Alexia. Nuestra protagonista ha heredado de su padre una tez morena, una nariz prominente y una constitución robusta, así como un carácter fuerte, pecados imperdonables para cualquier familia bien situada socialmente. Pero la principal herencia de Alexia es desconocida por su familia; Alexia no tiene alma.
Vamos a situarnos un poco. En esta Inglaterra utópica la Iglesia Anglicana se crea al “regularizar” a hombres lobo y vampiros y, desde entonces, se han convertido en parte habitual de la sociedad, siguiendo unas normas estrictas, organizados en manadas y colmenas, respectivamente, y con una institución dedicada a mantener el orden, la ORA. Los seres sin alma son preternaturales, aunque los vampiros los conocen por el despectivo nombre de chupa-almas, y eran usados tradicionalmente como cazadores de sobrenaturales gracias a la capacidad para anular los “poderes” de estos. El hecho de poseer alma y la cantidad de esta es fundamental en el mundo de Carriger, ya que de ello depende la posibilidad de convertirse o no en un ser sobrenatural.
A pesar de fantasmas y vampiros Londres sigue siendo un lugar abierto a la especulación científica y a los avances técnicos y, mientras los zepelines cruzan los cielos, la Royal Society y demás clubs científicos llenan las páginas de los periódicos con sus descubrimientos, al servicio de su majestad y de su imperio, obviamente. Tenemos seres sobrenaturales, avances científicos, ambientación steampunk, una protagonista cabezona… faltaba un romance, y ¿qué mejor para una historia romántica que un highlander? En este caso, un hombre lobo escocés.
Con estos ingrediente Carriger consigue una entretenida historia que se mueve sin transición de la comedia a la aventura fantástica pasando por el romance, sin dejar de ser una sátira. Sin alma es la primera novela de una serie de cuatro y con ella la autora ha conseguido, además de ser Best Seller del New York Times, ser finalista del Premio Locus.
Gail Carriger
Sin alma