Si dejamos a un lado la estupenda colección de peluches basados en los engendros primigenios nacidos de la mente del escritor americano H.P. Lovecraft y que hacen las delicias de hijos y sobrinos de «aficionados a la cultura popular contemporánea», más comúnmente conocidos como frikis, se diría que no hay mucha relación entre los más tiernos de los infantes y los mitos de Cthulhu, además de su posibilidad de ser sacrificados a algún dios innombrable.
Sin embargo, ese terror a lo desconocido e incognoscible queda hoy en día muy por detrás de lo que cualquier niño puede ver a la hora del telediario si se nos queda el canal puesto en los informativos en lugar de con Bob Esponja. Es más, acostumbrados a ese mundo debajo del mar no es de extrañar que pasen cosas como la siguiente:
David Milano, escritor y creativo, da clases ocasionalmente a niños sobre literatura, dibujo o música. Aprovechando la llegada de Halloween decidió probar a contarles cuentos de Lovecraft a un grupo coral, con niños de entre 8 y 13 años. Los cuentos estaban adaptados para ellos y se hizo hincapié en las descripciones lovecraftianas de sus monstruos. Luego les pidió a los niños que los dibujaran, con lo que se lo pasaron pipa y a nosotros nos han dejado una instantánea de imaginación pura para que lo contrastemos con nuestras propias imágenes, mucho más contaminadas ya por decenas de ilustradores y juegos de todo tipo.
Aquí os dejo los dibujos que más me han llamado la atención, alguno de ellos mejor dibujado de lo que yo soy capaz.
H. P. Lovecraft