-El escritor Alan Furst se impuso algunas condiciones muy raras cuando creó sus primeras novelas. Las escribió con un ojo cerrado, los pies atados, con la mano izquierda y con un lápiz casi sin punta. No es el único escritor con manías peculiares; Ernest Hemingway a menudo escribía en la cama, Graham Greene escribía exactamente 500 palabras al día, dejando una frase a medias si era necesario, y James Joyce escribía siempre en una esquina.
–John Berdan, profesor de creación literaria de la prestigiosa Universidad estadounidense de Yale, le llevó un día a sus alumnos un escrito que era realmente horroroso; sus alumnos criticaron duramente la composición. Esto es muy interesante<, dijo Berdan. Lo escribí yo mismo. Me pasé dos horas realizando un esfuerzo tremendo para conseguir un texto que tuviera todas las características de una escritura nefasta, y creo que lo he conseguido. Lo que me sorprende sobremanera es cómo vosotros conseguís presentar textos como este todos los días en menos de diez minutos.
–James Joyce tardó siete años en completar su Ulises, del que decía que “tenía todas las palabras pero no sabía en qué orden ponerlas”. Ulises fue rechazado por varios países hasta que consiguió ser publicado en Francia en 1922 (en Estados Unidos estuvo prohibido hasta 1933, año en el que un juez declaró que “no era obsceno”). En cuanto a Finnegans Wake, tardó nada menos que diecisiete años en terminarlo; Dublineses fue rechazado por 22 editores hasta que consiguió su publicación.
-En 1965, un editor británico casualmente acabó en la redacción de una revista donde trabajaba Mario Puzo, a quien oyó contar historias sobre la mafia italiana. El editor le ofreció un adelanto para un libro sobre el tema y así nació El Padrino. Más adelante, Puzo reveló en quién se había inspirado para crear el personaje de Don Vito Corleone, ¡en su propia madre! Según Puzo, su mama era una mujer maravillosa y bella, pero no tenía muchos escrúpulos.
-El conocido escritor de acción e intriga Tom Clancy quiso servir en Vietnam, pero no lo aceptaron por sus problemas de vista. Sin embargo, aunque nunca había estado en un submarino, su descripción de uno en La caza del Octubre Rojo era tan detallada que el entonces secretario de la Marina, John Lehman, comentó que, de haber estado Clancy bajo su mando, lo habría hecho arrestar por violaciones de seguridad. A pesar de esto, el manuscrito fue rechazado por varias editoriales, para ser publicado finalmente por la editorial oficial de la marina estadounidense. Más tarde, el entonces presidente Ronald Reagan recomendó públicamente el libro, lo que llevó a un éxito inmediato que se tradujo en innumerables ediciones y traducciones.
-La madre del autor de ciencia ficción Isaac Asimov, tras vender el negocio familiar, decidió asistir a una escuela nocturna y aprender a escribir en inglés (ella dominaba el idioma pero sólo sabía escribir en yiddish y ruso, así que tenía que aprender a usar la grafía latina). Le escribía cartas en inglés a su hijo para practicar, y un día uno de sus profesores se atrevió a preguntarle si su hijo era, por casualidad, el famoso Isaac Asimov. Ella, orgullosa, le contestó que sí. Ah, dijo el profesor, eso explica que ud. escriba tan bien. No, contestó ella, eso explica por qué él escribe tan bien.