Después de El Señor de los Anillos, El Hobbit es la novela más conocida de J. R. R. Tolkien. Aunque para los puristas El Silmarillion es una obra mucho más importante ya que es un compendio de la cosmogonía creada por el autor (y luego reflejada en el resto de sus obras) además de un grupo de excelentes narraciones épicas, El Hobbit le supera en popularidad por múltiples razones, la menor de las cuales no es, desde luego, su sencillez. Si El Silmarillion suele ser tachada por muchos como una obra demasiado compleja, El Hobbit, en cambio, es considerada como la mejor obra para adentrarse en el particular universo del autor. No es extraño que se la suela catalogar como Novela juvenil, si bien su lectura es igualmente aconsejable para adultos.
Pues bien, tras el éxito de la trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos, todo parecía indicar que una versión de El Hobbit era más que inminente. Han pasado siete años ya y, en cambio, cada vez parece más lejana la realización de dicha producción. Lo primero que hay que mencionar al respecto son los problemas legales y financieros de las compañías que debían encargarse de la película, con una New Line que durante mucho tiempo ha estado enfangada en pleitos debido al pago (o, más bien, a la falta de pago) de los derechos de la trilogía ya mencionada. Los problemas con la productora y la distribuidora han motivado que el director que inicialmente había aceptado llevar a buen puerto el proyecto, Guillermo del Toro, renunciara al mismo.
A estos problemas hay que añadir algunos más. Hace unos días tuvo lugar un incendio en el que se destruyó gran parte de las instalaciones de la empresa que se encargó de las maquetas de “El Señor de los Anillos” y “King Kong” (película también dirigida por Peter Jackson, el hombre detrás de la trilogía), compañía que debía ocuparse de “El Hobbit” y que ahora lo ha perdido todo. Aunque suene extraño en estos tiempos, la verdad es que no todo lo que vemos en pantalla está creado por ordenador: muchos puristas (entre ellos algunos de los mejores directores del mundo) prefieren la utilización de maquetas a la creación digital de escenarios. A este incendio hay que sumar otro nuevo problema, incluso más peliagudo: se ha filtrado a los medios que algunos sindicatos de actores y de trabajadores de la industria del cine han denunciado las condiciones en las que se les estaba intentado hacer trabajar a los implicados en El Hobbit. Dadas las malas condiciones financieras de las compañías que se encargan de la película, habían intentado conseguir trabajadores haciéndoles firmar contratos sin garantía de cobro en caso de que la producción finalmente no se completara. Los sindicatos han puesto el grito en el cielo y, aunque no son los mayoritarios, están intentando convencer a parte del elenco protagonista para que no se involucre en una producción que se vale de tales artimañas. Uno de los implicados es Ian McKellen, uno de los actores fundamentales ya que encarnará (tal y como hizo en “El Señor de los Anillos”) a Gandalf, uno de los protagonistas absolutos de “El Hobbit”.
De entre todas estas noticias desalentadoras sólo hay una que nos da un poco de esperanza y que acerca el día en que podamos disfrutar de esta adaptación al cine de la inmortal novela de Tolkien: se da ya por seguro que el actor británico Martin Freeman hará de Bilbo Bolsón. Podemos ver a Freeman en la actualidad caracterizado como el Doctor Watson en la serie “Sherlock”, de la que ya hablamos en Lecturalia.