Lo primero que se me ocurre al tratar de definir este libro es que Descansa en paz es una novela de zombies que no es una novela de zombies.
Me explicaré mejor: John Ajvide Lindqvist ya sorprendió a propios y extraños con su visión del vampirismo con Déjame entrar, publicada en plena moda de colmillos afilados y que poco tenía que ver con el resto de obras publicadas al mismo tiempo.
Descansa en paz es un caso muy parecido. ¿Es una novela de zombies al uso, como las que están proliferando en estos momentos? No, Lindqvist se aleja bastante del zombie pop en el que se basan la mayoría de historias post-Romero y no juega tanto con la amenaza del otro, del diferente, de la masa sin cerebro. El autor sueco nos lleva por otro camino, todavía inmersos en el terror, pero que poco tiene que ver con infectados saltimbanquis devoradores de cerebros o lentos redivivos que escapan de sus tumbas con el estómago vacío.
De entrada, la propuesta de Lindqvist es más intimista: nos narra la historia a través de una serie de personajes y de sus propios problemas con la muerte. Esto es importante, ya que los zombies que salen en Descansa en paz son más revinientes que nuestros típicos amigos podridos: el «fenómeno» que los devuelve a la tierra sólo afecta a aquellos que llevaran menos de tres meses muertos, y tan sólo en una zona de Suecia.
Así que no tenemos un plaga zombie, más bien un problema de salud pública y luego de control para los familiares, ya que los muertos parecen recordar, a un nivel muy, muy básico, qué hacían de vivos. Y todos sabemos lo difícil que es escapar a la rutina. De hecho Lindqvist trabaja mejor cuando no suelta prenda de lo que sucede y nos pinta el retrato de las familias frente a sus muertos, de los recién muertos, de aquellos que habían comenzado a olvidar… es en la parte final del libro, con sus explicaciones algo deslavazadas, que el libro se tambalea un poco dejando un regusto agridulce.
Pese a todo, Descansa en paz es un libro entretenido y con momentos muy logrados, tanto en el plano de los sentimientos como en el de el terror puro y duro. Esa capacidad del autor sueco es, en mi opinión, lo que marca la diferencia actual entre sus obras y la mayoría de autores dedicados al género del horror.
John Ajvide Lindqvist