Son muchas las frases tópicas que existen, así que vamos a ver de dónde proceden algunas de ellas.
–Tempus fugit (traducida habitualmente del latín como “El tiempo se escapa”): Esta frase está documentada por primera vez en las Geórgicas de Virgilio, en el siglo primero antes de Cristo. La frase completa sería “Tempus fugit, sicut nubes, quasi naves, velut umbra”, es decir, “El tiempo vuela, como las nubes, como las naves, como las sombras”.
–La venganza es un plato que se sirve frío: según parece fue utilizada por primera vez en literatura por Choderlos de Laclos en su famosa obra epistolar Las amistades peligrosas, publicada en 1782 y adaptada al cine en varias ocasiones.
–El fin justifica los medios: todo el mundo piensa instintivamente en Maquiavelo al escuchar esta frase, pero no existe ninguna obra suya en la que la mencione. ¿Es atribuible entonces a él?
–El hombre es un lobo para el hombre: fue utilizada por primera vez, que nosotros sepamos, por el autor romano Plauto.
–Conócete a ti mismo: esta frase nació, curiosamente, en el Oráculo de Delfos, en la Antigua Grecia, si bien fue el filósofo Sócrates quien la inmortalizó a través de los escritos de Platón.
–Las apariencias engañan: la frase como tal parece haber nacido durante el Barroco español, pero tiene su base en obras de la Antigüedad grecorromana. Autores como Plinio el Viejo o Virgilio ya alertaron sobre la poca fiabilidad de lo que vemos.
–Beatus ille (o “Feliz aquel”): usado en referencia a todos aquellos que pueden escapar de la sociedad y refugiarse en su propia soledad, es una frase original del gran poeta romano Horacio. También suyos son los tópicos de “el amor todo lo puede” y “carpe diem”, uno de los tópicos favoritos de la actualidad.
–Si quieres la paz, prepara la guerra: no se sabe exactamente de dónde procede el original latino (“Si vis pacem, para bellum”), aunque el escritor del siglo IV Vegecio utilizó una máxima muy parecida en su obra Epitoma Rei Militaris.
–La pluma es más poderosa que la espada: proviene de la frase “Bajo el imperio de los grandes hombres, la pluma es más poderosa que la espada”, de Edward Bulwer-Lytton, todo un experto en crear tópicos ya que suyas son también las referencias al “todopoderoso dólar” y, sobre todo, el tan manido “Era una oscura y tormentosa noche”, motivo de chanza desde hace años entre los aficionados a la literatura.
–París bien vale una misa: atribuida al rey francés Enrique IV, que supuestamente la pronunció tras convertirse al catolicismo para poder convertirse en monarca. No está claro que la dijera.
–Quemar las naves: un tópico usado hasta la saciedad en todos los aspectos de la vida moderna, y muy del gusto de los comentaristas deportivos en particular. Se le atribuye al conquistador español Hernán Cortés, que supuestamente la dijo cuando mandó destruir los barcos que habían usado para llegar a México con el fin de que ninguno de sus hombres tuviera la tentación de desertar.
–Relación de amor-odio: basada en el Odi et Amo de Catulo, que lo tomó a su vez del poeta griego Anacreonte.
Como podemos comprobar, son muchas las frases tópicas que provienen de los grandes clásicos de la literatura. Otras, en cambio, son más modernas, o provienen de hechos que nada tienen que ver con los libros.