La Editorial del Viento nos trae una novedad muy interesante que, aunque no sea adecuada para estómagos delicados, debería ser casi de lectura obligatoria. Se trata de La tragedia del Congo, recopilación de cuatro testimonios sobre la terrible historia de la colonización del Congo perpetrada por el rey Leopoldo II de Bélgica, refrendada por el resto de países occidentales y denunciada por algunas, pocas, voces como lo que era realmente. Tal y como escribía Arthur Conan Doyle en El crimen del Congo, incluido en el libro:
[…] nunca antes ha habido semejante mezcla de expropiación y masacre absolutas realizada con el odioso disfraz de la filantropía y teniendo por motivo el más vil de los intereses comerciales.
Hagamos un poco de historia. Bélgica, independizada en 1830 de los Países Bajos, era un país de principios anticolonialista pero su rey, Leopoldo II creía que debía tener un lugar en la carrera colonialista en que estaba inmersa Europa, para lo cual se dedicó a mover hilos diplomáticos y apoyar expediciones como la del explorador Henry M. Stanley. También creó la Asociación Internacional Africana que, bajo la coartada de querer llevar la civilización a la zona, se dedicó a conseguir la propiedad de un territorio ochenta veces mayor que la propia Bélgica. Tras la Conferencia de Berlín que en 1884 dividió África entre las potencias europeas, Leopoldo II se convirtió en el propietario del denominado Estado Libre del Congo, propiedad que pasaría al Estado Belga en 1908 a cambio de varios préstamos realizados por el parlamento belga al rey para su aventura africana.
Para la explotación de este territorio, rico en marfil y en caucho, se creó la Force Publique, ejército de mercenarios europeos, que no sólo actuaba como instrumento de control político, si no que utilizaba todos los medios a su alcance para conseguir los objetivos comerciales que tenía encargados: secuestro de mujeres y niños para obligar a los nativos a producir más, mutilaciones, torturas,…, se habla de este ejército como el primer instrumento de exterminio étnico de la historia contemporánea. La “civilización” del Congo supuso la muerte de entre cinco y diez millones de personas.
El libro recoge, además del texto de Doyle, la Carta Abierta al monarca del coronel George W. Williams, negro americano que llegó al Estado Libre del Congo pensando en ayudar en el desarrollo del país para descubrir la terrible realidad.
También encontramos el testimonio de Roger Casement, diplomático irlandés, quien junto a Edmund Morel fundó la Asociación para la Reforma del Congo como medio para denunciar estas atrocidades, así como el Soliloquio al rey Leopoldo de Mark Twain que cierra el volumen y en el que también se nos explica la situación general y la evolución histórica del proceso.
Como ya he dicho se trata de un libro más que recomendable, sobre una historia, la del colonialismo, cuyas consecuencias seguimos viendo todos los días en las noticias y que también nos demuestra hasta qué punto podemos ser, desde nuestra civilizada Europa, una panda de salvajes.
La tragedia del Congo