Está claro que Apple pretende hacerse con el mercado de los llamados casual readers, aquellos que ya han demostrado su preferencia por dispositivos como el iPod touch para lecturas cortas.
Si bien no servirá igual que el touch (o el iPhone), hay que tener en cuenta que no todo el mundo que lee -en España, por ejemplo- sólo la mitad de la población, lo hace durante muchas horas. ¿Es ese el nicho de mercado de Apple?
Lo cierto es que Apple vende imagen y va a tratar de comparar el aspecto ciertamente feo de las interfaz típica del e-book con la potencia de su iPad hasta que los lectores clónicos chinos, que muchas empresas nos intentan vender como desarrollos propios, parezcan tablillas de barro.
Vamos a ver un vídeo en el que aparece la BookStore y un poco del interfaz (gracias, como viene siendo habitual al Blog de Libros y Bitios.
Todos los que hayáis visto cómo se lee en otros productos de Apple encontraréis sus marcas características: fluidez de manejo, interfaz táctil muy lograda y animaciones muy bonitas. La compra desde la tienda debería ser inmediata y se podría elegir un libro y tenerlo en el iPad -o en otro dispositivo compatible- en cuestión de segundos.
El vídeo nos enseña como se estructuran los enlaces en el índice y la facilidad para el cambio de fuente y de tamaño. Lo que no se ve es si tendrá capacidad para copiar, pegar, subrayar o tomar notas asociadas al libro. Esas son funciones que si no se implementan dejarán al iPad como el dispositivo capado más caro de la historia.
En resumen, por lo que se ve en el vídeo y a falta de tenerlo entre las manos: típico producto de Apple con una gran capacidad gráfica y facilidad de manejo, que satisfará a aquellos que no le dediquen mucho tiempo seguido a la lectura pero que defraudará a los que sí lo hagan o a los que necesiten mayor interacción con el texto.