¿Qué tal la última novela que te has leído? Era un rollo
En 2008 se le concedió el premio de la Universidad de Sevilla a una obra de teatro llamada Emprendedores, escrita por Raúl Camarero.
Emprendedores giraba alrededor de una empresa editorial, sus problemas y momentos de gloria. Solo que la editorial en cuestión no publicaba sus libros en trilogías superventas, se dedicaba más al pack de 12. Y es que esa empresa se dedicaba a publicar las obras de sus escritores en rollos de papel higiénico.
Si bien la idea no es completamente nueva, los rollos con sudokus y pasatiempos son un clásico de los pisos de estudiantes y hasta el escritor Koji Suzuki -conocido por su novela The Ring (Ringu)- publicó una novela, Drop, en un formato similar en un elegante color negro, la verdad es que una empresa completamente dedicada, y en serio, a tal menester no deja de tener cierta gracia.
Eso mismo han debido de pensar para montar Literatura en papel higiénico, un portal en el que se han tomado de manera profesional la ocurrencia y en el que venden rollos impresos con poesía, narrativa y hasta textos de la biblia.
Una rápida mirada a su catálogo nos enseña títulos como las Rimas de Bécquer, el Romancero Gitano de Lorca, o, mucho más apropiadamente, El apocalipsis de San Juan o El cantar de los cantares. Con todo, no podía faltar Gracias y desgracias del ojo del culo, de Francisco de Quevedo.
Para los agentes inquietos o para aquellos que quieran enseñar sus poemas o cuentos en la mayor de las intimidades, también aceptan propuestas. La unidad de rollo sale a unos cuatro euros, pero hay que recordar que la relectura está desaconsejada.