La primera vez que me hablaron de La colina de Watership fue algo así como, “una de las mejores novelas épicas de la historia. Y con conejos“. Desde entonces siempre había sido una de esas lecturas recomendadas que dejas pasar por falta de tiempo o por no creerte del todo esa épica conejil de la que tanto hablaban.
El autor, Richard Adams, publicó esta novela en 1972, siendo su ópera prima y, gracias al éxito inmediato que consiguió, dándole la oportunidad de dedicarse por completo a la escritura. A día de hoy se calcula que La colina de Watership ha vendido más de cincuenta millones de copias.
La colina de Watership nos presenta un mundo en el que los conejos presentan una serie de características humanas, como el lenguaje, una mitología propia -impagables las historias del príncipe de los mil enemigos– y, sobre todo, una inspiración y pasión que ya querrían para sí personajes humanos en muchos best-sellers actuales.
La historia comienza con las visiones del pequeño Quinto, en las que un gran mal se cierne sobre la conejera donde vive. Quinto logra convencer a uno de sus hermanos mayores, Avellano, y junto a otros siete conejos huyen de su hogar tras no ser tomados en serio por el resto de los habitantes y dirigentes de su comunidad.
El viaje hacia las colinas que Quinto marca con sus visiones y el relato de las aventuras que sufren los conejos son una verdadera maravilla. A los pocos capítulos ya sufres con los protagonistas y hasta te puedes sentir identificado con alguno de ellos. Todo eso, además, mientras Adams te explica la sociedad y mundo de los conejos hasta integrarte y dar por bueno su mundo. Fuerza, entrega, sacrificio, valentía, honor, amor, humor, camaradería… todos estos elementos están presentes en el libro, perfectamente dispuestos y listos para enganchar, haciendo que sea una de esas historias para leer casi de una sola sentada.
La verdad es que La colina de Watership es una joya, no sólo como literatura juvenil, para mi es una obra inclasificable por edad, apta para jóvenes y adultos sin distinción.
La colina de Watership ha sido adaptada al cine en una película de animación y también en una serie de televisión. Adams publicó años después Cuentos de la colina de Watership, aunque no es una continuación directa de la novela.
En resumen, un verdadero clásico que ha sido puesta a la venta en España con una nueva traducción y de las manos de Seix Barral. Un regalo perfecto prácticamente para cualquiera siempre y cuando, claro, le gusten los conejos.
Richard Adams