Os vamos a hablar hoy de una exposición que pone el acento en el trabajo de las pequeñas editoriales, aquellas en que cada libro es una apuesta personal y donde la satisfacción por el resultado puede pesar más que el rendimiento económico. Organizada por el FAD (Foment de les Arts i del Disseny) en colaboración con la Generalitat de Catalunya, Pequeños editores, grandes libros se podrá visitar en la sala de exposiciones de la sede del FAD hasta el veintidós de enero, para pasar a realizar una gira itinerante por bibliotecas de toda España.
La exposición reúne casi quinientos libros publicados en los últimos quince años por más de cien editoriales con el denominador común de buscar la calidad tanto en la forma como en el contenido. Libro infantil, novela, libro ilustrado, ensayo, guiones,… son algunos de los géneros y formatos están representados en la muestra, en un reconocimiento al buen hacer de estas editoriales que sobreviven como pueden en un mercado en el que la concentración editorial, con las grandes editoriales expandiéndose gracias a la compra de otras de menor tamaño, ha sido la tónica de los últimos años.
Este reconocimiento va unido a una serie de preguntas respecto a los retos a los que se ha de enfrentar el sector editorial en general (libros electrónicos, derechos de autor,…) unidos a problemas concretos de estas editoriales (falta de recursos económicos, poca visibilidad,…). La reflexión sobre estas cuestiones, las “estrategias de resistencia“, como las han llamado los organizadores, de las pequeñas editoriales a la hora de enfrentarse a estos retos es uno de los objetivos de la exposición.
Estos libros, mimados y cuidados al detalle, parecen mejor posicionados para hacer frente a un posible “desembarco digital“, ya que son un producto diferenciado, en el que el contenido, sin duda importante, va acompañado de una presentación perfecta; es el libro fetiche al que tantas veces nos hemos referido.