El ilustrador José Muñoz ha puesto imágenes a la novela corta de Julio Cortázar El perseguidor en el cincuenta aniversario de su publicación, en una nueva edición a cargo de la editorial Libros del Zorro Rojo. Son una veintena de ilustraciones en blanco y negro que recrean la historia de Johnny Carter, saxofonista genial con problemas de drogas, en la que Cortázar recrea en parte la historia de Charlie Parker, cambiando Nueva York por París, al tiempo que adelanta algunas de las claves de la que será una de sus obras cumbre Rayuela. Cortázar tenía la idea del relato pero no encontraba el personaje central, podría ser un escritor o un pintor, cuando leyó la noticia de la muerte de Parker y parte de su biografía y decidió que ese era el personaje que estaba buscando para su historia.
Bruno, el narrador, es un crítico de jazz y admirador del músico, que es testigo de la decadencia de un hombre, rodeado de aduladores que ven como se hunde, mientras la locura y las drogas, o quizás su genialidad, le hacen vivir el tiempo de otra manera, que ningún otro puede alcanzar. Pero no sólo es un relato con el jazz de fondo o sobre el mundo del jazz, sino que la música parece haber marcado la esencia de la narración, como si de una partitura se tratase.
José Muñoz, historietista argentino con una larga y exitosa carrera en Europa, se atreve a enfrentarse a esta versión ilustrada después de haber puesto imágenes a otra historia sobre jazz en este caso centrada en la figura de Billie Holliday que realizó junto al escritor Carlos Sampayo. En El perseguidor su estilo en blanco y negro refleja las noches del París enloquecido de los años cincuenta. Tenemos la oportunidad de contemplar las ilustraciones de José Muñoz en el Espacio Sins Entido (c/ Válgame Dios 6, Madrid) y un magnífico regalo de Navidad.
Julio Cortázar
El perseguidor