Si alguien os dijera que la próxima moda que va a asaltar los estantes de las librerías, tras los zombis y la serie negra nórdica, va a ser el animal noir probablemente a vuestra cara de extrañeza se uniría una pregunta básica: ¿el qué? porque el animal noir es una de las ramas del género, no sabemos si negro o paródico, más curiosas de los últimos años; sólo comentar que ni siquiera aparece a la wikipedia. Podríamos decir que, a priori, debería de estar en el apartado de infantil ya que los protagonistas son animales, pero, por otra parte, las historias están llenas de asesinatos y violencia; un psicópata es un psicópata por mucho que sea un armiño.
Historias protagonizadas por animales para adultos hay muchas, como la misma Rebelión en la granja, pero en este caso no estamos hablando de metáforas, los animales son ahora los protagonistas y, además, estamos hablando de género negro. Pero sobre todo, estamos hablando de una etiqueta colocada a posteriori (como todas) para agrupar bajo el paraguas de un subgénero a un grupo bastante heterogéneo de novelas con los límites aun no muy claros. Así, podríamos incluir las diversas aventuras de Felidae de Akif Pirincci protagonizadas por felinos detectives o a Los perros perseguidos de Richard Adams; siempre y cuando aceptemos que es válido utilizar un escenario humano.
Podemos ponernos puristas y sólo aceptar aquellas historias sin humanos. Este sería el caso de la novela que da sentido a la etiqueta Each Day a Small Victory de Chips Hardy, protagonizada por el armiño Max, psicópata miembro de una banda, violento simplemente por que es su naturaleza serlo y para quien la mayor victoria es la superviviencia. Este libro apareció en 2007 y fue calificado como una mezcla de Pulp Fiction y El viento en los sauces.
Y ahora la pregunta, ¿por que os hablo de todo esto? ¿por que digo que cuidado con las estanterías? la razón es que The Guardian le ha dedicado un artículo, lo que puede suponer que en poco aparecerá en la wikipedia y que se parece demasiado a la moda Z como para que los editores que están a la última no vayan a utilizarlo. Orgullo, prejuicio y pulgas.