Jonathan Carroll no es un escritor de literatura fantástica al uso. De hecho, es probable que con otra orientación editorial hubiera llegado a sectores de literatura alejados de los círculos por donde se mueven sus obras hoy en día.
La definición del fantástico que Carroll utiliza va más a un uso del absurdo, de la sinrazón, de una constante sorpresa en el desarrollo de los hechos. Y que Carroll, lejos de apabullar al lector, es capaz de hacerse creer con una facilidad pasmosa. Muchos han encontrado cierta similitud entre el estilo del escritor americano y el llamado realismo mágico sudamericano. Es cierto que hay parecidos, pero quizás Carroll presenta más aristas y sea más difícil de aceptar.
El mar de madera, por ejemplo, nos lleva a una historia que, en principio, bien podría haber sido escrita por Stephen King: todo comienza con un perro muerto deforme que parece volver de la muerte, junto con una serie de asesinatos sin sentido en una pequeña comunidad americana. Tenemos al jefe de policía del pueblo, flashes de los años 50, un misterio que resolver. Hasta ahí, todo el mundo pensaría que es otra novela de misterio con toques sobrenaturales.
Nada más lejos de la realidad. Carroll parte de ese planteamiento para mostrarnos una historia cargada de personajes atípicos y una trama que pasa de la ciencia ficción más pulp a la realidad más atroz en apenas parpadeos, usando recursos muy bien explotados y que logran fascinar al lector. En un momento dado, El mar de madera se convierte en una montaña rusa literaria con vueltas, rizos y piruetas imposibles, conviertiéndose entonces en esa lectura llena de aristas que puede alejar a lectores con gustos más clásicos y con pocas ganas de jugar con el autor.
¿Es entonces El mar de madera una lectura recomendable? Para aquellos que disfrutan con el sentido de la maravilla, por supuesto. Quizás el mayor problema del libro es que depende mucho, en mi opinión, de la actitud del lector. En un mal día es posible que todos dejáramos el libro a medias, pero, sinceramente, creo que merece la pena seguir leyendo.
Jonathan Carroll es un autor a tener en cuenta, poco a poco La Factoría de Ideas va publicando sus novelas, finalistas en varias ocasiones del British Fantasy Award, el Locus, o el World Fantasy. Su trayectoria es un tanto irregular, algunos libros funcionan mejor que otros, pero creo que El mar de madera es una piedra de toque para saber si es un autor al que seguir la pista o dejarlo pasar.
Jonathan Carroll
El mar de madera