El mercado chino es uno de los más golosos para cualquier industria en este momento incluida la editorial, pero parece que a las editoriales españolas no están sabiendo, o queriendo, abrirse a ese mercado. O al menos así lo indica la prácticamente nula presencia de editoriales en la Feria del Libro de Pekín donde podemos encontrar un Pabellón Español con tan solo veinticuatro editoriales, la mayoría de ellas dedicadas al libro infantil y los textos educativos, situación poco comprensible si tenemos en cuenta que este año España es uno de los países invitados a la Feria y a pesar de la colaboración de la Dirección General del Libro, del ICEX o de la Federación de Gremios de Editores de España
China es el segundo mercado literario más importante del mundo pero, al menos por ahora, la presencia de autores españoles en sus librerías es muy escasa y no pueden competir con autores anglófonos o japoneses, solo hay que comparar los escasos ochenta mil ejemplares vendidos por La sombra del viento y los dos millones del Código Da Vinci. Esta situación puede venir dada por la dificultad de la traducción o la fuerte competencia pero llama la atención como nuestra industria editorial da la espalda a un mercado en expansión.
Justo ahora nos llega la noticia de que Los detectives salvajes, una excelente obra de Bolaño de la que ya hablamos en Lecturalia, acaba de ser traducida al chino mandarín y presentada en Pekín. Desde luego, no sé, ni me imagino, como puede sonar Bolaño en chino, pero, como bien apuntan ciertos intelectuales chinos, va a suponer toda una sorpresa, ya veremos si buena o si mala, para ese nuevo público.
Roberto Bolaño
Los detectives salvajes