Micah es una mentirosa compulsiva que intenta dejar de mentir, descubriendo que es mucho más complicado de lo que suponía. Es la protagonista de la nueva novela de Justine Larbalestier, Liar, un thriller juvenil en el que la joven Micah va reinventándose a cada página. Esta es la razón por la que la autora no estaba de acuerdo en incluir en la cubierta del libro la foto de una chica, tal y como quería la editorial Bloomsbury en la edición americana del libro, pero la mayor parte de los autores no pueden decidir este tipo de aspectos, así que Bloomsbury consiguió imponer su idea de portada. Aunque cuando Micah, una joven negra con un pelo crespo que luce natural y corto se convirtió en la foto en una joven blanca de pelo liso, Larbalestier sí se quejó públicamente en su blog. Esta queja, junto a la de muchos de los seguidores de la autora y la de los sectores sensibilizados con el problema racial en Estados Unidos, ha conseguido que la editorial cambie la fotografía, correspondiendo, ahora si, con la descripción de Micah.
Está claro que la editorial lo que quiere es vender más y que las cubiertas son reclamos publicitarios, pero también son parte consustancial del libro y, si juegas con el efecto de realismo que aporta la fotografía, lo mínimo que puedes hacer es ser coherente y no “blanquear” a la protagonista. Es lamentable que ha estas alturas del cuento aun haya que encontrarse con este tipo de comportamientos que bendicen en nombre del mercado actitudes deplorables, en lugar de aportar su granito de arena en la normalización. La rectificación posterior es elogiable y nos demuestra que la presión ciudadana (lectora en este caso) si que sirve. Así que a quejarse.
Vía: El País