Helmut Wellauer es director de ópera, un genio de la música, y como tal, un tipo insoportable. Así que su muerte en extrañas circunstancias, bueno, no tan extrañas, está claro que alguien lo asesina, no sorprende demasiado a quienes lo conocían.
Pero el hecho que Wellauer sea asesinado en un descanso de la Traviata, y no sólo eso, ¡en el mismísimo palacio de la ópera de la Fenice!, crea un revuelo en la alta sociedad con el que el inspector Brunetti tiene que lidiar muy a su pesar, ya que es el mundo al que pertenece su propia esposa. La investigación descubre, poco a poco, los trapos sucios del viejo director y de todo su entorno, sin dejarnos un culpable claro, mientras nos deja conocer, poco a poco, la personalidad de Brunetti.
Muerte en la Fenice es la primera novela de la escritora norteamericana Donna Leon con el personaje del inspector Guido Brunetti. Enamorada de Venecia, donde reside, es curioso que sus obras, superventas en medio mundo, no han sido traducidas al italiano: a Donna Leon le gusta vivir en el anonimato.
Muerte en la Fenice es una historia enigma, de desarrollo fluido, la verdad es que llega por los pelos a novela, casi se queda en novela corta, en la que se desarrolla más la presentación de personajes que la propia acción. No falta un buen deus ex machina algo tramposo para resolver la trama, pero eso es más que normal en las novelas de este tipo.
Un libro que se disfruta para pasar el rato y que no hace mal su labor de desengrasar la neuronas durante un rato, disfrutando, eso sí, de la excelente recreación que logra la autora de la Venecia real, aunque sea una Venecia real llena de palacios y rincones tan extraños como maravillosos.
Donna Leon
Muerte en la Fenice