Neruda es uno de los grandes poetas de la literatura contemporánea, sobrepasando las barreras del idioma y la ideología. Premio Nobel de Literatura en 1971, de Neruda se han escrito miles de páginas analizando su obra.
Residencia en la tierra, la obra que os proponemos para leer de forma gratuita, se aleja de su obra quizá más famosa, 20 poemas de amor y una canción desesperada, dejando de festejar la vida para enseñar los recovecos de su ser a través de un lenguaje rítmico y simbolista.
Escrito entre 1925 y 1935, fecha de su publicación en Madrid, responde a una de las épocas más difíciles en la vida de Neruda. Su situación sentimental pasaba un bache profundo, así como la económica. Son años de viaje en los que Neruda desarrolla su actividad como diplomático en lugares tan dispares como Rangún, Singapur o Ceylan. Allí, perdido entre aristócratas ingleses y la estrica sociedad hindú, el poeta se abandona a una soledad creciente.
El resultado es una obra escrita a caballo entre Chile, España y el lejano oriente, una serie de poemas entre el pesimismo y la melancolía. Una obra fundamental en la historia de la literatura y que podemos leer gratis gracias a la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes en un archivo PDF con información adicional sobre los poemas y la vida de Neruda.
Nada mejor que una muestra para animaros a la lectura:
Sólo la muerte
Hay cementerios solos,
tumbas llenas de huesos sin sonido,
el corazón pasando un túnel
oscuro, oscuro, oscuro,
como un naufragio hacia adentro nos morimos,
como ahogarnos en el corazón,
como irnos cayendo desde la piel al alma.
Hay cadáveres,
hay pies de pegajosa losa fría,
hay la muerte en los huesos,
como un sonido puro,
como un ladrido sin perro,
saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas,
creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia.
Yo veo, solo, a veces,
ataúdes a vela
zarpar con difuntos pálidos, con mujeres de trenzas muertas,
con panaderos blancos como ángeles,
con niñas pensativas casadas con notarios,
ataúdes subiendo el río vertical de los muertos,
el río morado,
hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte.
A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.
Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado, como un árbol.
Yo no sé, yo conozco poco, yo apenas veo,
pero creo que su canto tiene color de violetas húmedas,
de violetas acostumbradas a la tierra
porque la cara de la muerte es verde,
y la mirada de la muerte es verde,
con la aguda humedad de una hoja de violeta
y su grave color de invierno exasperado.
Pero la muerte va también por el mundo vestida de escoba,
lame el suelo buscando difuntos,
la muerte está en la escoba,
es la lengua de la muerte buscando muertos,
es la aguja de la muerte buscando hilo.
La muerte está en los catres:
en los colchones lentos, en las frazadas negras
vive tendida, y de repente sopla:
sopla un sonido oscuro que hincha sábanas,
y hay camas navegando a un puerto
en donde está esperando, vestida de almirante.
Pablo Neruda
Residencia en la Tierra