Todos tenemos una madre o una tía que nos insisten en que hay que hablar a las plantas, mientras miran con ojos de decepción el pobre potos que nos regalaron por nuestro cumpleaños. Ese hablar a las plantas forma parte de la sabiduría popular, pero hasta el momento nadie había realizado un experimento en serio para darles la razón, o quitársela, a nuestras madres. Aunque en este caso, la frase en cuestión la dijo hace años el príncipe Carlos de Inglaterra y es una institución inglesa, la Real Sociedad de Horticultura, la que está preparando la prueba.
Los participantes serán Colin Crosbie, supervisor de los jardines y huertas de la Sociedad, un grupo de tomateras, unos lectores voluntarios y, atención, los Sonetos de Shakespeare y El día de los Trífidos de John Wyndham.
Las grabaciones se conectarán a los tiestos, mientras habrá otras macetas sin grabaciones para poder realizar las mediciones. Por ahora, parece que se ha demostrado que la música clásica favorece el crecimiento de dos genes del arroz, pero el caso de la voz humana parece diferente. ¿Crecerán más sabrosos los tomates? ¿Se verán influenciados por la lectura de Wyndham y se volverán tomates asesinos? Mientras no salgan de su macetero todo irá bien.