Aunque este libro esté compuesto principalmente para solaz de muchachos y muchachas, espero que no por eso haya de ser desdeñado por la gente talluda, pues entró también en mi propósito el intento de hacer que los mayores recordasen con agrado cómo fueron en otro tiempo y cómo sentían y pensaban y hablaban, y en qué curiosos trances se vieron a veces enredados.
Así acaba el prefacio de Las aventuras de Tom Sawyer, de Mark Twain, libro que a pesar de sus años sigue entreteniendo a lectores de toda edad y condición más allá del río Missisipi. Escrito en 1876, refleja la vida en una típica población sureña a principios del siglo XIX, centrándose en las aventuras y desventuras del joven y pudiente Tom Sawyer y de su amigo Huckleberry Finn, quien más adelante vería reflejadas sus propias aventuras en un libro propio.
Ahora podemos reírnos con las travesuras de estos diabletes, los capones que les arreaba la tía Polly, el esclavo negro Jim, los planes malvados del indio Joe (sí, el libro no pasa la prueba de lo políticamente correcto…), a través de la edición disponible la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, o descargando el PDF que ofrece el ministerio de Educación de Cultura de Uruguay.
Mark Twain
Las aventuras de Tom Sawyer