Mi compañera Gabriella ya comentaba en otra entrada el concurso del Grupo Diagram sobre libros con títulos extraños.
Aprovechando que han otorgado el premio al mejor -si mejor es la palabra adecuada- título de los últimos treinta años, que ha recaido en Greek Rural Postmen and Their Cancellation Numbers (Los carteros rurales griegos y sus números de cancelación) he estado investigando un poco por la red y he acabado en la web de un joven escritor llamado Brian Paddok.
Brian Paddok ha publicado un libro con uno de esos títulos que tanto gustan en el premio Diagram, que resulta ser How to write a How to write book (Cómo escribir un libro sobre cómo escribir libros) -un título recursivo donde los haya-. Dejando a un lado la calidad del libro, que desconozco, resulta que ha sido nombrado entre los candidatos Diagram y parece que le ha sentado mal. Muchos de los libros que son nominados en el Diagram son obras extranjeras o de consulta -de ahí muchos títulos largos y complejos-, pero, ¿qué pasa cuando le toca a alguien que se ha tomado muy en serio la obra que ha escrito?
Lo cierto es que Brian Paddok lo toma como un insulto. La verdad, lo que tenía que haber hecho era pensarse dos veces el título del libro y tener un poco más de sentido del humor. Quién sabe si la promoción, aunque no le guste, que conlleva el Diagram mejore un poco sus ventas. Quizá hasta salga en el volumen recopilatorio que están preparando en Estados Unidos.
Por otro lado, el ganador de la edición de este año tiene mucha miga: El profesor Philip M. Parker, autor de más de 200.000 libros. No hemos puesto ningún cero de más, de verdad. Como es evidente, al profesor Parker no le hace falta ningún libro de cómo escribir libros, es más, todas sus obras, incluyendo la ganadora del Diagram The 2009-2014 World Outlook for 60-Milligram Containers of Fromage Frais, han sido escritas por una máquina escritora automática y patentada por él mismo. Es, posiblemente, el autor más publicado del mundo, superando incluso a César Vidal. Desde la revista Bookseller dicen que este hecho no afecta al premio, teniendo en cuenta la cantidad de libros y memorias que hay en circulación escritas por negros literarios.
César Vidal