Cinco años después de su muerte, el escritor chileno Roberto Bolaño se ha convertido en todo un fenómeno literario. Hay quien lo considera como una de las voces más importantes de la literatura hispanoamericana de finales del siglo XX, y sus libros están causando furor en países tan dispares como EEUU, Alemania, Gran Bretaña , Francia e Italia.
Quien más debe estarle agradecido, aparte de sus lectores y de sus herederos, es su agente literario, Andrew Wylie, quien ha encontrado tres obras inéditas entre sus papeles, tituladas El Tercer Reich, Diorama y Los sinsabores del verdadero policía o Asesinos de Sonora.
De momento solo hay fecha para la publicación del primer libro, compuesto por 350 hojas mecanuscritas, de las que Bolaño solo llegó a transcribir – ¿pasando a limpio, quizá?- 60 en formato digital. La trama sucede en la Costa Brava, bien conocida por Bolaño, quien vivió allí durante muchos años, con la historia de Udo Berger, campeón de juegos de rol alemán, que se ve forzado a librar una partida a muerte con un enigmático y desfigurado Quemado.
Bolaño es un autor que no admite matices. O lo amas o lo odias, y seguramente por las mismas razones: su manera de escribir historias en cascada, acumulando registros, anécdotas y personajes, juegos verbales y sensaciones encontradas, que sumergen al lector en un torbellino que no conduce hacia nada, dónde más importante es caminar que el camino
Por todos es conocida la historia de la publicación de su obra póstuma, 2666, que le trajo las mieles del éxito literario (yo personalmente me quedo con Los Detectives Salvajes). Bolaño, ya enfermo terminal, quería que sus cinco partes se publicaran en cinco años consecutivos como libros independientes para que su esposa e hijos pudieran cobrar más derechos de autor. Sus editores, con muy buen criterio, incumplieron la voluntad del escritor y los publicaron juntos, generando más beneficios para la familia de Bolaño de los que jamás se habría imaginado el escritor. Quien por lo visto aun tenía un as en la manga, ya que en sus archivos también se ha encontrado un conjunto de papeles homogéneos que perfectamente podrían considerarse como la sexta parte de 2666. En ella se explica el verdadero e increíble motivo por el que Amalfitano, el profesor chiflado investigador de Benno von Archimboldi, abandona Barcelona para ir a dar clases al fin del mundo, en ese trasunto de Ciudad Juárez llamado Santa Teresa. A pesar de la parca nos queda, pues, Bolaño para rato.
Roberto Bolaño
2666