Desde Amazon no han querido seguir discutiendo con la Sociedad de Autores Americana. Ya comentamos en su día la polémica generada por la función de Kindle que le permitía leer -de forma mecánica- los textos almacenados en el dispositivo.
Al parecer, la polémica ha continuado y la Sociedad de Autores -que mantiene que leer en voz alta los ebooks viola el derecho de copyright de los audiolibros– se ha salido parcialmente con la suya. Digo parcialmente, ya que la posición de Amazon ha sido ofrecer a los editores la posibilidad de bloquear la función de lectura en los libros que consideren.
De ese modo parece que van a contentar a aquellos que no daban su brazo a torcer, sin ir a juicios o seguir en una discusión bizantina con los que son muchos de sus proveedores. ¿Lo peligroso? Que su decisión da alas a aquellos que buscan el dinero por derechos hasta debajo de las piedras. Por suerte no hay una resolución judicial, pero si esto prospera no sería raro ver a alguien poner la mano, qué se yo, a la salida de una lectura de cualquier autor contemporáneo. Hace poco habría dicho que era una situación imposible, pero con estas decisiones uno ya no sabe qué pensar.
Vía: Soybits