Me entero a través de Crisei -y de un grupo creado en Facebook a tal efecto por Rafael Marín- de una loable iniciativa: solicitar para Carlos Giménez el Príncipe de Asturias de las Artes.
Carlos Giménez es probablemente el autor de cómic español más importante de los últimos cuarenta años, con obras consagradas como Paracuellos, Los Profesionales y Barrio, auténticas radiografías sociales de la España del franquismo. Pero no sólo eso, también fue el autor de Dani Futuro, España Una, Grande, Libre o el western Gringo.
Recojo aquí el manifiesto de la plataforma:
Porque los tebeos son cultura. Y cultura grande.
Porque la reflexión, la poesía, la diversión, el mensaje, el pundonor, el arte y la artesanía, el amor a la profesión y al medio, la humildad constante al pie del cañón de Carlos Giménez lo ejemplifican.
Porque es quien más y mejor ha sabido dar obras que nos explican cómo somos y qué camino hemos recorrido.
Porque si hay alguien que se merezca, en nombre del medio y en nombre de las muchas y grandes obras maestras que nos ha ofrecido en más de cuarenta años de profesion, es él.
Porque Carlos Giménez es todos nosotros: el cómic en su encarnación máxima, el cómic que trasciende fronteras y medios, el cómic que demuestra que todas las historias pueden contarse, y contarse como se escribe un poema, o se pinta un cuadro, o se rueda una película, o se toca un clarinete, o se marca un gol o se gana un campeonato.
Porque ya es hora de que se reconozca y se iguale el trabajo de una profesión humilde con el de otras profesiones de más relumbre.
Creemos que es hora, hoy, ya, de empezar a movernos, desde los blogs, desde las revistas, desde otros ámbitos de la cultura, desde los salones y jornadas del cómic, desde la crítica y desde el aficionado, desde la Universidad y desde los periódicos, para solicitar el Premio Príncipe de Asturias para Carlos Giménez.
Y queremos que sea un premio pedido por todos, y conseguido para quien es el primero entre los primeros, en España y en el mundo.
Hagamos ruido. Pidamos lo posible.
Carlos Giménez
España, una, grande y libre