Desde niña ejerció la prostitución en burdeles de Camboya, vendida por sus familiares, hasta que en 1991 superó esta esclavitud y trabajó como matrona en el Hospital Choup. Estuvo algunos años en París, regresando a su país en 1995 en una misión de Médicos sin Fronteras. En 1997 creó junto a su marido la ONG Acción por las Mujeres en Situación Precaria con el fin de rescatar a las mujeres que como ella eran víctimas de la explotación sexual. Ha sido muy galardonada internacionalmente; en España obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional en 1998.