A. A. Milne creó al simpático oso Winny durante los años veinte del siglo pasado, inspirándose en su hijo y los peluches que tenía, que con las ilustraciones de E.H.Shepard -el mismo de El viento en los sauces-, logró un gran éxito en todo el mundo, sobre todo a partir de la adaptación que realizó la factoría Disney para el cine y la televisión, que derivó en películas también para el tigre Too y Piglet.