Biografía de Rubén Darío
Poeta, periodista y diplomático nicaragüense, Rubén Darío (1867-1916), de nombre completo Félix Rubén García Sarmiento, fue el iniciador y máximo representante del Modernismo, un movimiento artístico fundamentalmente poético que se desarrolló a finales del siglo XIX y principios del XX.
Darío nació el 18 de enero de 1867 en Metapa, conocida a día de hoy como Ciudad Darío en su honor. Cuando era apenas un niño sus padres se separaron, por lo que fue criado por sus tíos abuelos en León. Fue precisamente ella, Bernarda Sarmiento, quien inculcó en el pequeño la pasión por la lectura. Fue educado por los jesuitas y con tres años ya había aprendido a leer y pronto comenzó a escribir poesía; a los trece años consiguió publicar su primer poema en un periódico local. Poco después colaboró con una revista literaria de León y empezó a crecer su fama como “poeta niño”.
En 1881 se trasladó a Managua, donde continuó su actividad periodística en diarios como El Porvenir de Nicaragua y El Ferrocarril. Un año después partió hacia El Salvador, donde fue acogido bajo la protección del presidente de la república, Rafael Zaldívar. Allí gozó de cierta fama y llevó una intensa vida social, pero en octubre de 1883 tuvo que regresar a su país natal después de haber atravesado penalidades económicas y enfermar de viruela. En Managua encontró trabajo en la Biblioteca Nacional.
Con diecinueve años se trasladó a Chile, donde fue introducido por su amigo Pedro Balmaceda Toro en los principales círculos intelectuales, políticos y sociales, contacto que dejaría mella en su carrera literaria. Su primer libro de poemas, Abrojos, vio la luz en 1887, pero no sería hasta un año más tarde, con la publicación de Azul, que Darío marcaría un antes y un después en la historia de la literatura. El título hace gala de un lenguaje y unas imágenes innovadoras y supuso el punto de partida del Modernismo poético.
A partir de la publicación de su célebre obra, Darío viajó por países como España, Francia y Estados Unidos, ejerciendo labores periodísticas y también diplomáticas. Tras ser nombrado representante de Nicaragua en Madrid, el número de viajes por toda Europa se multiplicó. Al mismo tiempo mantuvo su actividad poética y fomentaba el Modernismo. De esa época son sus dos grandes obras Prosas profanas (1901) y Cantos de vida y esperanza (1905), en las que el amor, el arte y la naturaleza conforman los temas principales.
De la trayectoria de Darío destaca especialmente su influencia sobre la Generación del 98 española y sobre nombres como Juan Ramón Jiménez, Valle-Inclán, Jacinto Benavente o Antonio Machado. También merece mención que su caso fue el primero en el que una corriente literaria nacida en Latinoamérica fue imitada en España, y no al revés.
A partir de 1910 Rubén Darío se retiró a Mallorca y su obra comenzó un lento declive. Tras una última gira abogando por la paz a comienzos de la Primera Guerra Mundial, volvió a Nicaragua, donde murió el 6 de febrero de 1916.
Publicado por Yolanda Galiana el 3 de agosto de 2023