Su padre, un emigrante yemení, la vendió junto a su hermana Nadia, un año menor, a unos amigos en Yemen para que contrajeran matrimonio con sus hijos, resultando baldíos los intentos de su madre para recuperarlas. En 1987, un periodista las localizó y escribió una serie de artículos sobre ellas, que estaban siendo tratadas como esclavas, lo que desató una tormenta socio política en el Reino Unido que concluyó con el permiso de las autoridades del Yemen para que retornaran, pero sin sus hijos. Zana regresó, pero su hermana Nadia prefirió quedarse.
Sus dos novelas, narran esta historia y el intento de Zana por recuperar a su hermana.