Licenciado y doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid, ya en su juventud comenzó a escribir artículos en revistas como La Estafeta Literaria o El Escorial, y en revistas poéticas como Gracilazo o Espadaña. Fue profesor durante cinco años en la Universidad de Roma y en el Instituto Español de esa ciudad. En 1956 obtuvo la cátedra de Estática de la Universidad de Barcelona, al tiempo en que ejercía una gran labor como traductor y colaborador en revistas. Por razones políticas, renunció a su cátedra, exiliándose a Estados Unidos primero y después a Canadá, lugares en los que trabajó como profesor de Literatura Española. En 1975, regresó a España y recuperó su cátedra.
Es autor de poemarios (más que poemas sueltos), y ensayos críticos.
