Pasó su infancia y parte de su juventud en Francia, y a su regreso a España, se licenció y doctoró en Derecho en la universidad de Madrid. Tras trabajar algún tiempo en el Ministerio de Ultramar, marchó de nuevo a Francia en donde fue corresponsal literario de El Imparcial y colaboró con otros periódicos y revistas. Fue miembro de la Real Academia Española de la Lengua, en la que fue secretario perpetuo y de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Dentro de su actividad política, fue diputado por Madrid.
Fue autor de relatos cortos, ensayos, críticas de arte y novelas.
