De nombre Andrés García de la Barga y Gómez de la Serna, hizo estudios de Ingeniería de Montes que no concluyó, dedicándose al periodismo. Colaboró con El Intransigente y El Radical, asistiendo a las tertulias del Café de Levante. En 1910 marchó a París, y fue corresponsal de El Sol y de La Nación de Buenos Aires. Colaboró y dirigió Luz y más tarde su sucesora Diario de Madrid. Tras la Guerra Civil, se exilió a París y a continuación a Perú, en donde fue director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de San Marcos. En 1974 obtuvo el Premio de la Crítica en su modalidad de narrativa.
