Muchos de los que no llegamos a experimentar la siempre discutida integración de la Logse en las aulas todavía recordamos aquella época en la que los libros de lectura obligatoria en BUP y COU marcaron nuestra formación como lectores más allá de los consabidos títulos juveniles de Alfaguara y de SM, editoriales que parecen, hoy en día, redefinirse en aras de un público diferente, pero que en su momento ofrecían libros más o menos ñoños entre los que d…