Sin terminar sus estudios universitarios, marchó a París en 1920, donde vivió tres años, y cuyas experiencias relató en su conocida novela Memorias de Montparnasse. Ha escrito con varios seudónimos.
Sus obras contemplan la traducción, poesía, cuento y novela. Es un escritor elegante con una constante en el erotismo, rozando la pornografía, y en especial el fetichismo.