Militar y político belga, Léon Degrelle se unió al ejército nazi durante la II Guerra Mundial, formando parte de la Legión Valona, un cuerpo adscrito a las Waffen SS. Tras la derrota de Alemania, Degrelle huyó hasta encontrar refugio en la España dominada por el dictador Francisco Franco, el cual protegió a Degrelle pese a la sentencia en su contra por crímenes de guerra que pesaba sobre él.
Durante su vida, Degrelle se significó como líder del movimiento nazi en España, lo que, ya en democracia, le valió una condena por sus posiciones negacionistas del Holocausto. Degrelle fue también uno de los fundadores en los años 30 del movimiento fascista de inspiración católica Christus Rex.