Escritor y dramaturgo cubano, Humberto Arenal se exilió durante la dictadura de Batista en Estados Unidos, donde trabajó como periodista. Instalado en La Habana desde finales de los años 50, Arenal trabajó como director del Teatro Lírico Nacional y escribió varias obras sobre la revolución.
Más tarde, la posición crítica de Arenal con el gobierno le llevó a abandonar puestos oficiales, dedicándose a la escritura y la enseñanza. En 2007 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Cuba.