Tras sus estudios secundarios en La Habana, marchó en el año 1956 a Nueva York, iniciando estudios en dos universidades, que no terminaría, y ejerciendo diversos trabajos. Posteriormente, fue profesor de inglés en el Colegio América de Caracas. Regresó a Cuba en 1959, trabajando como empleado en el departamento de Publicaciones del Ministerio de Educación, en la Editorial Nacional de Cuba y en el Instituto del Libro, al tiempo en que colaboraba en numerosos periódicos y revistas culturales. Más tarde, marchó a Nueva York, en donde fijó residencia. Su obra comenzó a conocerse como consecuencia de que su novela Memorias del subdesarrollo, fuera llevada al cine.