Tras estudiar Arte Dramático y Literatura Comparada, Pablo Martín Sánchez ha trabajado dentro del mundo editorial y cultural, bien como lector, corrector o traductor, bien como pieza fundamental en revistas como Verbigracia, La Siega o Rinconete.
Tras su primer libro, la antología Fricciones (2011), Martín Sánchez publicó en 2012 el libro El anarquista que se llamaba como yo.