Resumen y sinopsis de La llama doble: amor y erotismo de Octavio Paz
La llama doble es un ensayo enteramente unitario que, por su importancia en el conjunto de la obra Octavio Paz, resulta comparable a títulos tan decisivos como El arco y la lira o El laberinto de la soledad. Aun cuando la redacción material del libro se produjo entre marzo y abril de 1993, el propósito de escribirlo data por lo menos de 1965, y en aquella época el autor redactó los primeros apuntes de lo que deseaba que, «partiendo de la conexión íntima entre los tres dominios —el sexo, el erotismo y el amor—, fuese una exploración del sentimiento amoroso».Ha participado en esta ficha: ERB_Lector
Sinceramente esperaba más de este libro. Creía estar ante un tratado filosófico bien elaborado, pero en realidad Paz se pierde en disquisiciones algo farragosas para mi gusto. Sin embargo salva mucha de su falta de preparación filosófica con su análisis desde la literatura, del Amor y a partir de las fuentes que cita menciona los cambios que la idea del Amor ha tenido desde su aparición.
Además el uso sencillo pero no rudo del lenguaje que maneja el autor, hace al texto sumamente conciso (no omito decir que sí hay partes problemáticas), con lo cual su lectura resulta fluida.
Recomendable a aquéllos que hayan degustado de obras como Romeo y Julieta y textos similares, para que comprendan intuitivamente lo que Octavio Paz igual no pudo expresar mejor en palabras.
Este es el Año de Octavio Paz, con motivo del centenario de su nacimiento.
Quise leerle este ensayo sobre el amor, el sexo y el erotismo que me ha parecido muy interesante, a pesar de alargarse demasiado hacia el final.
Poco importa, el resultado está ahí, inapelable, fruto de décadas de reflexiones y anotaciones y escrito a sus 79 años, o sea, con cierta autoridad, pero también con mucha ponderación.
Hay algunas frases sublimes en el libro, al principio y también al final que las anoté porque Octavio Paz fue también un poeta y sabe hermosear su prosa.
Gran autor.
Está bien pero es un poco espeso, a veces incluso aburrido, aunque tiene algunas partes bastante buenas.
La sólida documentación del ensayo y su elevado nivel de erudición no logran alejar la sensación de que su análisis resulta superficial en exceso y de que su objetivo queda incompleto, perdido entre digresiones políticas, filosóficas y lingüísticas de interés tangencial.