Resumen y sinopsis de El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde
Cuando se publicó El retrato de Dorian Gray, la crítica moralizante acusó a su protagonista de ser una figura satánica, corrompida y corruptora, sin comprender que era el héroe de una novela que reflejaba la fatalidad de los románticos: Oscar Wilde (1854-1900) había querido hacer de la belleza un refinamiento de la inteligencia; y para ello sumió a su protagonista en una atmósfera de perversión dominada por el arte y los poderes de un misterio que está más allá de la realidad. Pero el autor va más allá de la simple descripción: incrusta a su personaje en un crimen y, como Edgar Allan Poe en sus relatos, lo rodea de un misterio que la razón no puede explicar.
Dorian Gray sigue siendo, más de cien años después de la muerte de su autor, una piedra angular en los debates entre la ética y la estética, en las relaciones que mantienen el bien y el mal, el alma y el cuerpo, el arte y la vida. Presidida por la ley de la fatalidad, Dorian Gray no deja de alcanzar el objetivo que el propio Wilde quería para su libro: «Venenoso si ustedes quieren, pero no podrán negar que también es perfecto, y la perfección es la meta a la que apuntamos nosotros los artistas».
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El retrato de Dorian Grey es una novela que refleja las influencias que Wilde tuvo de maestros estetas como John Ruskin y Walter Pater.
Da vida a tres personajes diferentes, que encarnan la decadencia de Dorian Grey, el hedonismo de Lord Henry, y la obsesión por la belleza en Basil.
Basil admira la belleza del joven Dorian y la inmortaliza pintando su imagen en un cuadro. El personaje del pintor representa el ideal de belleza bajo la influencia que el autor tomó de Ruskin, que va más allá del arte como fin en sí mismo. Basil da un valor supremo a la belleza, con sentimientos que van más allá del aspecto físico de Dorian. Inspirado y admirado con su belleza crea su perfección.
Dorian Grey se obsesiona con la belleza, pero también con la juventud. Hace de modelo para el retrato y, por lo que no se dice, pero da a entender o yo lo he interpretado así, Basil le entrega su alma. Ha puesto en el joven demasiado de sí mismo, también en el cuadro, por eso no lo quiere exhibir. Hubiera querido que Henry no lo conociera.
La situación inevitable de que Lord Henry y Dorian se conozcan crea una visión negativa de sí mismo en el segundo. Es tan joven y bello que no ha reparado en la vejez y en la muerte. Lo despierta a una realidad que no conoce, que le asusta, pero al mismo tiempo lo envuelve y le domina.
A Lord Henry Wotton lo veo bajo la influencia que Wilde toma de Walter Pater. Su personalidad rebosa hedonismo, pero también refleja al esteta, en cuanto a la forma en que afronta su realidad buscando una felicidad y armonía basadas en el placer que le provocan las sensaciones; cuanto más bellas mejor.
En el momento en que el pintor queda apartado de la vida de Dorian, este y Henry quedan como personajes principales.
Henry vive conforme a sus ideales, y la influencia, que la encuentra inmoral, surte su efecto en Dorian. Al comienzo de la novela, Henry hace una reflexión que me ha gustado mucho y que comienza así: —«Porque influir en una persona es darle tu propia alma…». Esta reflexión, que se extiende más, define la esencia de la novela y me lleva a pensar en la influencia que Dorian ejerce sobre Basil y la de Henry en Dorian. Es algo inevitable.
La novela se desarrolla en el Londres victoriano, una época en que la sociedad londinense tenía un alto sentido de la moralidad. Los personajes hacen una crítica negativa de esto ironizando sobre el comportamiento de los ingleses.
Ese retrato que permanece en la oscuridad durante buena parte de la narración se convierte en el personaje principal. Dorian Gray pretende la eterna juventud que tanto placer que le causa, y aun estando en tan estimada situación, se va corrompiendo al mismo tiempo que el retrato.
Es la lucha del bien con el mal, de la belleza con la fealdad, de la vejez con la juventud, de la vida con la muerte. La lucha de la condición humana que siempre nos está rondando.
Es incuestionable que Oscar Wilde escribe muy bien. El Retrato de Dorian Gray es poesía hecha prosa. La historia es muy original, excepto que para mi gusto contiene muchas partes filosóficas. El capítulo once completamente innecesario, sobra. Lo mejor es el final, muy ingenioso y espectacular.
Me pareció un gran libro, deja pensando acerca de nuestro interior. Muy entretenido al leer, engancha mucho. Para la época de publicación habrá sido una obra para dar que hablar. Lo leí en inglés pero me hubiera gustado más leerlo en castellano para captar más cosas. La película no le llega, el libro es mejor.
Una obra maestra de la literatura, un relato que lo tiene todo, excelente para ingresar en el mundo de un autor, que ahonda en la psicología y en la filosofía de la época de manera sublime.
"Siento celos de todo aquello cuya belleza no muere. Tengo celos de mi retrato pintado por usted. ¿Por qué ha de conservar él lo que yo perderé? ¡Si el retrato pudiese envejecer y yo permanecer tal como soy ahora!"
Extraordinaria y potente obra de Oscar Wilde, cargada de muchos significados y simbolismos, donde están presentes el narcisismo, el hedonismo, la búsqueda de la belleza ideal, el morbo y la admiración por lo artísticamente artificial como puente hacia mundos "fáusticos", en busca de un peligroso pacto perenne con los placeres de contemplación y culto hacia la belleza y la juventud permanentes.
Dorian Gray, Lord Henry, Basilio Hallward, Sibila Vane, personajes principales, dan vida a un gran relato que fue centro de muchas polémicas en su época de publicación, alimentando la leyenda de Wilde como escritor. Uno de los grandes clásicos de la literatura universal.
Me ha parecido brillante. Una historia original, del miedo de aquella época, muy bien explicado con un gran léxico.
Exceptuando algún capítulo que se ha hecho denso, los demás son imprescindibles e impecables.
Muy recomendables.
Perturbador y atrapante relato. Me encanta.
Fabuloso relato, se lee con fluidez ya que tiene pocos personajes e intervienen lo justo. El Cándido Dorian influenciado por Harry se ve arrastrado a una degeneración de su alma simbolizada por el retrato.
Un clásico maravilloso con una historia inolvidable.
No llegó a engancharme lo suficiente para ser el clásico que es.