Resumen y sinopsis de El baile de Irène Némirovsky
Némirovsky condensa en pocas páginas una historia donde la difícil relación madre-hija y el ansia de reconocimiento social se funden con la pasión por la vida y la búsqueda de la felicidad.
Una obra indispensable de una de las grandes escritoras del siglo XX.
Instalados en un lujoso piso de París, los Kampf poseen todo lo que el dinero puede comprar, excepto lo más difícil: el reconocimiento de la alta sociedad francesa. Así pues, con el propósito de obtener el codiciado premio, preparan un gran baile para doscientos invitados, un magno acontecimiento social que para el señor y la señora Kampf supondrá, respectivamente, una excelente inversión y la soñada apoteosis mundana. Pero en casa de los Kampf no todos comparten el mismo entusiasmo. Herida en su orgullo por la prohibición materna de asistir al ágape, Antoinette, de catorce años, observa con amargura los agitados preparativos del baile y siente que ha llegado la ocasión de enfrentarse a su madre, afirmarse a sí misma y realizar su propia entrada en la edad adulta. Con un breve gesto, tan impulsivo como espontáneo, provoca una situación absurda que culminará en un final dramático y revelador.
Han participado en esta ficha: samucga yiyolon
La increíble capacidad de diseccionar la naturaleza humana de Irène Némirovsky contrasta con su manera de contar historias con las que el lector pueda identificarse con los personajes, sufrir con sus desvelos y luchar con ellos contra los embates de su azarosa existencia. Y todo ello en una novela de menos de 100 páginas que mantiene la expectación hasta la última página y de la que no puedes dejar de leer hasta el clímax final.
¿Qué puedo decir de Irène Némirovsky que le haga justicia a esta gran autora rusa? Muy poco. Quizás que la arrebataron de este mundo demasiado pronto y por una razón estúpida e injusta. Lo que me queda muy claro es que Némirovsky nunca pierde el toque. Es una escritora maravillosa que cuenta con uno de los mejores estilos de escritura que he leído jamás, elegante, claro y ejecutado de manera impecable. Para ello cuenta con una prosa magnífica, sencilla, dinámica y con un desarrollo excelente, un lenguaje muy lírico para tratarse de prosa y con una gran musicalidad y unas descripciones tan perfectas, muy visuales en lo material y sorprendentemente precisas y concisas en lo emocional. Pero sin duda alguna lo mejor son los personajes. Nuestra protagonista es Antoinette adolescente que se siente injustamente tratada y cuya insignificancia en la casa paterna la pone de los nervios. Este personaje, rico y complejo, construido de manera extraordinaria, está rodeado de otros, igual de bien diseñados aunque con menos peso en la trama, que establecen una dinámica de relaciones profunda y enriquecedora. Los personajes bailan al son de las emociones que la autora establece consiguiendo una trama fascinante. Todo un ejemplo de cómo integrar los personajes con la historia de manera admirable.
A pesar de lo que puede creerse, El baile es una historia compleja que abarca más allá de lo que parece en un primer lugar. La primera lectura de la obra es literal, Antoinette una joven de catorce años que transita entre la infancia y la madurez, se siente incomprendida y muy poco valorada y aceptada por sus padres, nuevos ricos obsesionados con hacerse un nombre en la sociedad burguesa del lugar, se obsesiona con ir al baile que sus padres van a dar en casa. Pero esta lectura es muy simple y muy pronto van apareciendo otras cuestiones que estaban escondidas pero que presentan tanta o más importancia que la principal: la relación entre madre e hija, con los celos inevitables que se establecen entre la mujer madura y la joven, la carencia de amor en la pareja, la necesidad de aparentar, la aparición del deseo y el paso de la adolescencia hasta la adultez, van desfilando a lo largo de una historia con trágicas consecuencias y marcadas emociones, que nos recuerda en cada páginas la terrible relación que Némirovsky mantuvo con su propia madre durante toda su vida.
En resumen, El baile es una novela portentosa pero que hubiera mejorado ostensiblemente si el tratamiento de la autora hubiera sido más largo y enfocado a más personajes. No obstante, incluso con su corta duración es capaz de remover tu corazón, acordándote de lo que suponía ser joven y querer crecer a toda costa. Y es que las épocas cambian, los bailes evolucionan, pero todos queremos que nos permitan ir a uno, aunque no estemos del todo preparados.
Brevísimo relato, ameno y muy bien escrito.
Crítica nada sutil al modo de vida de los nuevos ricos, su patetismo, su mediocridad....
Narrado desde el punto de vista de la hija adolescente y rebelde, no por previsible la novela pierde su encanto.
Recomendable.
Caricatura del aburguesamiento, la codicia y la ridiculez de un matrimonio "venido a más" con una hija adolescente en el punto de ebullición por la incomprensión y el vapuleo al que la somete su madre. Yo no le he encontrado nada especial ni singular, en mi opinión, porque a la obra le falta ambición... la historia podría haber dado mucho más de sí.
¡¡¡Lo que podemos hacer los seres humanos por ascender a la nada!!!
Fantástico. Descripción inigualable de la situación: la tensión que se crea en el relato me ha llegado a poner nerviosa. Recomendable. Se lee en un momento.
Relato muy breve, protagonizado por los nuevos ricos, por las apariencias. En la trama, también desempeñan un papel importante las complicadas relaciones entre madre e hija y entre el matrimonio. Entretenida, intensa y una lectura muy placentera.
Solo cuando miras dentro de ti con ojos sinceros te das cuenta de las mediocridades que conforman tu persona. Una pequeña novela con una gran enseñanza.
Muy entretenida y fácil de leer. Se lee rápidamente porque es muy corta. Una buena crítica a quienes pretenden vivir de las apariencias.
Historia corta que refleja la crueldad de una niña como consecuencia de la actitud de la madre hacia ella.
Novela sencilla y sorprendente. La autora hace una crítica feroz a esa clase social -la de los nuevos ricos- que intenta por todos los medios ser reconocida por la sociedad parisina de principios del siglo XX. Intensa y ágil y, con un estilo narrativo muy depurado, la obra -que es la primera de esta autora- no defrauda, a pesar de su brevedad. Interesante.