Resumen y sinopsis de La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza
En el período comprendido entre las dos Exposiciones Universales de Barcelona de 1888 y 1929, con el telón de fondo de una ciudad tumultuosa, agitada y pintoresca, real y ficticia, asistimos a las andanzas de Onofre Bouvila, inmigrante paupérrimo, repartidor de propaganda anarquista y vendedor ambulante de crecepelo, y su ascensión a la cima del poder financiero y delictivo.
Mendoza nos propone un nuevo y singularísimo avatar de la novela picaresca y un brillante carrusel imaginativo de los mitos y fastos locales. Una fantasía satírica y lúdica cuyo sólido soporte realista inicial no excluye la fabulación libérrima. La ciudad de los prodigios es una de sus obras más conocidas a nivel internacional.
Me obligaron a leer esta obra en secundaria. Se me hizo una de las semanas más soporíferas de mi adolescencia. Con los años la he releído de nuevo y desde la adultez le encuentro algo de gusto a la estética de la narrativa, a la que no le puedo poner ninguna objeción.
Para mi gusto hay demasiado relleno con respecto a la descripción de los ambientes y contextos donde se desarrolla la novela. Si bien hay lectores que disfrutan de este tipo de narrativas tan descriptivas, otros como yo, preferimos una trama algo más dinámica y sobre todo cuando cursaba secundaria, donde ni siquiera tenía creado el hábito lector y las obras mínimamente densas me hacían crear rechazo a la literatura.
Solo recomendaría esta obra a aquellos que ya tienen un hábito lector creado, pero nunca impondría su lectura obligatoria en un instituto de secundaria.
Imaginativa obra, la más representativa del escritor. Se plasma de forma óptima los cambios acaecidos en la ciudad de Barcelona entre el siglo XIX y el XX. A nivel urbanístico y social resulta ser un buen retrato de la urbe. La historia de Onofre Bouvila es igual de interesante: de hombre de campo que llega a la ciudad humildemente se convertirá en el hombre más rico de España, a través de un camino tan épico como malévolo, con lo cual no queda claro si es un héroe o un villano. La bruma del final de su historia, en la cual desaparece de forma misteriosa, es otro punto a favor del libro. Lo único negativo es la narración con pocos diálogos y puntos para descansar la vista. Pero la historia en sí es interesante.
Un disfrute leer las aventuras de Onofre Bouvilla, enmarcadas en el lienzo excepcional de la historia de Barcelona entre las dos exposiciones universales.
Muy bien escrita, la prosa es rica y fluida, y a pesar de su espesura se lee bastante bien. .
El marco histórico y el contexto ambiental quizás sea lo más interesante de la novela.
Salvo la trayectoria histórica, el relato carece de estructura y los personajes difícilmente suscitan empatía. Prácticamente no hay diálogos, por lo que la profundidad de los personajes y las relaciones personales quedan muy diluidas.
En ocasiones el relato resulta confuso por el exceso de personajes que, salvo excepciones, tan prono aparecen como desaparecen, o se transforman de manera sorprendente.
En cuanto al protagonista, no creo que a nadie le caiga bien.
A pesar de todo, me parece que puede ser recomendable para quien le interese la historia de Barcelona.
Novela entretenida y atractiva por esa mezcla de ficción y posible realidad, por la integración creíble de los personajes en una época y un momento histórico. Resulta interesante esa recreación de la vida en Barcelona y su evolución social e industrial entre 1888 y 1929, años en que celebró las dos exposiciones universales.
Me ha parecido de lectura complicada y al final se me ha hecho largo, me lo leo en una semana, la vida de Onofre Bouvila y las dos exposiciones universales de Barcelona.
Onofre empezando con una mano delante y otra detrás y llegando a ser una persona rica y admirada sin importar la forma, de llegar a lograrlo. Plagado de nombres originales y curiosos personajes, Braulio, Delfina...
Pero ante todo, una novela de todo un Premio Cervantes y un gran escritor como es Eduardo Mendoza.
No sé si es la ciudad de los prodigios, pero esta novela es un maravilloso prodigio. Una historia magistralmente contada, un lenguaje sencillo, sin alaracas inútiles. Un personaje eterno que pasará a la historia, perdón, a la Historia de la literatura en lengua castellana.
Aquí empecé yo a conocer Barcelona.
He leído la mayoría de las novelas de Eduardo Mendoza, al menos las más importantes. Esta la estaba reservando, ya que todo el mundo parecía coincidir en que era su mejor obra. El caso es que me ha decepcionado. No es una mala novela, posee los elementos característicos y que tanto me gustan en las novelas de Mendoza (personajes con nombres simpáticos, situaciones algo surrealistas y sobre todo ese humor tan particular). Pero el autor se empeña en irse por las ramas una y otra vez contando historias que poco o nada tienen que ver con la trama principal, la de Onofre, la que interesa, y esto consigue hacer la narración un tanto pesada y que incluso cueste Dios y ayuda pasar algunas páginas.
Una ciudad tan increíble como Barcelona se merecía un libro así. Una obra maestra. Parte importante de la ciudad contada a través de los personajes de este libro. Si quieres entender más de la ciudad, léelo. Prosa fluida y fácil de leer.