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El misterio de la biblioteca perdida de Iván el Terrible

AutorAlfredo Álamo el 6 de julio de 2018 en Divulgación
  • También era conocida como “La Biblioteca Dorada”.
  • Contenía volúmenes de un valor histórico incalculable.

Museo histórico del Kremlin.

¿Existió en realidad la Biblioteca Dorada? ¿O la mítica colección de los zares no es más que una leyenda que atormenta a los cazatesoros? En realidad, parece cierto que Iván III comenzó a recopilar una interesante colección en el siglo XVI y que tuvo su esplendor -y desaparición en tiempos de Iván IV, también conocido como Iván el Terrible. Se dice que poseía rollos clásicos, traducciones medievales y hasta textos chinos de más de mil años de antigüedad. Todo este legado, por lo que se sabe, desapareció sin dejar rastro.

Las referencias a la gran biblioteca aparecen ya en el siglo XVI, a través de diplomáticos y académicos que visitaron la corte de los zares. Iván el Terrible era, entre otras cosas, una persona obsesionada con los pasadizos y cámaras secretas, e hizo del Kremlin un lugar lleno de salas tan ocultas que han sorprendido a los investigadores hasta finales del XX.

De hecho, el temible zar invitó a un religioso alemán establecido en Rusia, Johannes Wetterman, a visitar una de sus salas secretas donde solía acumular montones y montones de armas. Sin embargo, lo que quería enseñarle era algo diferente: un subterráneo con libros que el mundo entero creía perdidos a causa de incendios, guerras o extravíos. Se le otorgó la oportunidad de traducir uno de ellos, pero el religioso declinó, pues temía que esa tarea se convirtiera en una condena perpetua bajo los cimientos del palacio.

A lo largo de la historia, son muchos los relatos de pasadizos y lugares secretos en el Kremlin, así como las alas prohibidas o las habitaciones que nunca se abrían, al menos durante el reinado de los zares. La leyenda de la Biblioteca Dorada fascinó a investigadores, académicos y cazatesoros durante siglos. Según algunos, los libros se perdieron en un gran incendio en el siglo XVII.

¿Qué podía haber en la biblioteca? Como en todo mito, los datos parecen crecer con cada siglo que pasa. De una colección privada y de gran calidad se pasó a hablar de una dote matrimonial compuesta por libros de la Biblioteca de Alejandría. Y eso para empezar: libros clásicos, originales de valor incalculable cedidos por el Emperador de Bizancio, manuscritos traídos de China… todo eso oculto en una cámara secreta del Kremlin, todavía por ser descubierta.

Se dice que Pedro el Grande y Napoleón Bonaparte eran conscientes de esta gran biblioteca y dedicaron grandes esfuerzos a encontrarla. La leyenda más esotérica cuenta que Iván el Terrible maldijo la colección, y que cualquiera que se acerque a ella quedará ciego por completo. Lo cierto es que nadie ha logrado encontrar la valiosa colección que los zares escondieron en lo más profundo de su palacio.

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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